jueves, 26 de mayo de 2016

El caos del tiempo


Hay cosas y rostros que forman un caos de años, de vida. Los rostros no quieren vivir más cuando el tiempo rasga su piel, la agrieta y deja ver lo que fueron, lo que sufrieron.
A nadie le gusta dejar al descubierto lo que le queda dentro, lo que le han hecho a lo largo del tiempo.

Y hay casas que no quieren ser ya habitadas.
Es hipnótico ver todas esas cicatrices en  rostros y cosas.
Intentas imaginar qué han tenido que padecer.
Porque de los goces, el tiempo no deja rastro alguno.



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